La estancia no ha podido ser más agradable. Ha superado con creces nuestras expectativas. La casa está decorada de maravilla, muy acogedora. El lugar es de lo más tranquilo que he estado en mucho tiempo, ni un solo ruido, solo sonidos de ambiente y de animales, muy sutil todo. Nos alojamos en la habitación "Suite" que tiene Jacuzzi, televisión, vestidor y hasta una pequeña terraza con una mesita y sofá para sentarte a tomar un vinito, leer, disfrutar de las vistas a la montaña... La ventana del Jacuzzi da directamente a la montaña tal y como se ve en las fotos, no decepciona ni lo más mínimo. Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de una estancia. Los caseros son súper agradables y respetuosos. Te prestan ayuda para organizarte tus visitas y te recomiendan lugares muy buenos. A nosotros nos recomendó un pequeño sendero por un río que no habíamos visto en Internet y que nos encantó, era como pasear por un cuento. Los desayunos, que vienen incluidos en la estancia, son copiosos y muy ricos, con mermeladas y mieles caseras riquísimas, ideal para coger el día con buena energía y el estómago lleno. Si alguna vez vuelvo a Asturias, volveré a alojarme en este sitio sin dudarlo.